28 febrero 2009

Hadas

Cosas están pasando, regalos me llegarán, sincronías se están afinando... siento que depierto.

Ya es seguro. ¿Hacia dónde, hacia qué?  Me dejaré sorprender, que ya lo estoy.

26 febrero 2009

Desperté una mañana....

Hace un tiempo pedí a mis alumnos escribir un ensayo sobre aquello que quisieran, pero cuyo título debía comenzar con "Desperté una mañana..." (justo había escuchado un reportaje en la radio sobre un poeta cuyo nombre no alcancé a retener, y que tenía una poesía con esas palabras).

Fue un exitazo.

Y así me pasó a mí misma hace 5 días atrás: desperté una mañana, y opté por ducharme con agua fría, y así ha sido desde esa mañana en adelante.  Desperté en la mañana siguiente, y decidí hacer abdominales, y así ha sido, en las mañanas y en las noches.

Estoy sorprendida, porque me carga(ba) el agua fría y por lo general me duchaba con agua hirviendo, salía cocinada.  Y en la piscina no me bañaba salvo que tuviera 26°.  Pero con estas duchas frías me he sentido espectacular, es realmente agradable, hasta canto (auch, urgh, uuuuhhh).

Y estoy sorprendida, porque se me había literalmente olvidado que había músculos en el abdomen, chupalla que dolor con apenas ¡5! (me da casi vergüenza confesarlo).  Pero después de 20 años sin ejercicio localizado, no era menos de esperar.  Esta mañana ya fueron 10 y así pronto estaré en las 3 series de 15.  Pensar que alguna vez hacía 200 y más.

Ojalá despierte una mañana y sepa con la misma certeza qué hacer de mi proyecto profesional.

Zwielicht

Esa extraña hora del día en que no es ni de día ni de noche, en que la Ley establece que hay que encender las luces del vehículo, pero aún no está oscuro, en que hay que concentrarse más al mirar conduciendo en carretera, de hecho, esa 1/2 hora que muchos conductores detestan.

Esa extraña hora del día en que la luz toma una fuerza sorprendente, tiñe y acentúa los colores de la naturaleza, pero no brilla, de hecho, la mejor hora para fotografía artísitca.

Esa extraña hora del día en que no estás aquí y no estás allá, en que el desenlace es inevitable, pero el anhelo de un día más largo tiene aún su legitimidad.


Así me siento.  Ya pasó la euforia por ordenar que "me dio" en verano (ordenar clostes, limpiar puertas y paredes, reorganizar muebles, hasta los archivos del PC); pero todavía no "me viene" la inspiración para organizar la vida laboral.  
Sabiendo que el Zwielicht dura por lo general sólo media hora, supongo que me tendré que resignar y esperar, ya lograré ver claro hacia adelante.

24 febrero 2009

Crear un contexto

Ghoshal propone que cada organización debe crear su propio "contexto", su "ambiente", el entorno y atmósfera idónea para el obejtivo organizacional y equipo humano específico.

A mí me hace muchísimo sentido, y lo aplico.

Estoy en proceso de heredar un notebook, y lo primero -para acostumbrarme al cambio (sigo prefieriendo los fijos)-, es "hacerlo mío".

¿Cómo?
Contextualizándolo:
Mis imágenes y fondos de escritorio
Mis listas de reproducción de música
Mi mesita especial donde estacionarlo
Mis barras de herramientas en las diversas aplicaciones.

Y funciona, me siento más a gusto y probablemente junto con ello, me torne más eficiente.  Significa una inversión inicial de tiempo (¿estaré sacando la vuelta?), pero una posterior comodidad y facilidad para la ejecución, y no perder el tiempo haciendo ajustes cuando ya no tenga tiempo que perder! (Ahora aún estoy semi de vacaciones).

Si en las organizaciones permitiéramos y promoviéramos lo mismo, que las personas se adueñen, creen un ambiente, no sólo la foto de los hijos en el escritorio, sino que llenen la atmósfera del estilo que les hace sentirse ellos mismos...  tendríamos posiblemente personas bastante más a gusto, y más productivas.

Carola F.: me acuerdo de ti y vuestras fotos de DHL, creo que es precisamente eso lo que logran: contextualizar su propio espacio.