Hace tres días leí en una revista que ese mismo día del matrimonio aquel (que por lo demás, fue igual a muchos otros matrimonios más), se celebró en el Himalaya la fiesta del WESAK, ocasión sagrada que busca canalizar el amor hacia el mundo para beneficio de la humanidad (o algo así, no tengo la revista a mano ahora).
Quedé más consternada aún: es que acá en occidente ponemos la música tan fuerte para no escuchar nuestras propias consciencias, mientras que al otro lado están trabajando por la humanidad, incluidos nosotros, y gratis.
Nos queda mucho aún por aprender aquí. Tenemos que ponernos las pilas!!!
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2 comentarios:
Pero los orientales y occidentales a la larga son dos "polos opuestos" que se atraen. No por nada firmamos un TLC con China y se está impartiendo chino mandarín en los colegios.
El sentido práctico de los occidentales sumado al sentido espiritual de los orientales lo hace una interesante mezcla, en su debida proporción por supuesto.
Si, de acuerdo. De hecho, pienso que para allá vamos. Y ya hay muchas instancias en que bajamos el volumen de la música para escuhcar nuestros corazones, o en que complementamos ambos, por ejemplo, en el CD que hiciste para Camila :-)
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